FUERA ES IGUAL?

Sal 138:6 Porque el SEÑOR es excelso, y atiende al humilde, más al altivo conoce de lejos.

El ojo que todo lo ve, esa era la publicidad que hace años nos hicieron aquí en España para promocionar un programa de televisión que va por las 16 ediciones, gran hermano se llama en España, se que también se hace en otros países tal vez con el mismo nombre o algo parecido. Os preguntareis que tiene que ver este programa de televisión con la Palabra del Señor,

en realidad poco, mas si tomamos como se desarrolla el programa yo diría que bastante.

Como imagino que muchos lo conoces, lo explico brevemente para aquellos que no lo conocen, una casa, muchos concursantes que durante tres meses tienen que convivir juntos, y según avanza el programa van expulsando a concursantes, donde todos intentan dar su mejor cara, pero cuando llevan ya un tiempo el verdadero carácter se muestra, no se puede fingir durante tanto tiempo.

Herman@s así mismo es el testimonio del creyente, así como en el concurso decían que el ojo que todo lo ve defiriéndose a las cámaras, en nuestra vida tenemos a un Padre que nada se le escapa de lo hacen, dicen o se comportan sus hij@s. Nuestro día a día debería ser impecable, y aquello que predicamos fuera, o de la forma que nos mostramos ante los herman@s o aquellas personas que aún no conocen al Señor, deben ver la misma persona con la que tratan en aquel preciso momento, que cuando estamos en casa, y ahí herman@s estoy segura que ninguno pasamos la prueba, tal vez alguno pero tan pocos que creo que se pueden contar con el dedo de una mano.

¿Os imagináis que nos encerraran durante tres meses? ¿Realmente mostraríamos esa humildad que decimos que profesamos, realmente seriamos capaces de controlar cuando asoma el enojo, o seriamos capaces de ver al herman@ sin defecto y por tanto no habría murmuración? Realmente herman@ te digo que creo que no superaría la prueba, no porque sea una cotilla, no porque no se obediente, o aparente una falsa humildad, simplemente porque la carne como siempre se levanta y tenemos días mejores que otros y en algún momento saldría esa parte que decimos que esta enterrada en Cristo, pero que si somos realmente honestos, sabemos que pecamos en ese sentido, que si, que cuando nos damos cuenta acudimos al Señor y Dios en su infinita misericordia nos perdona, pero una mala contestación, una mala mirada, durante tres meses nadie pasaría la prueba. Con ello no quiero decir que los herman@s sean lo peor de lo peor, no cuidado, he dicho que ni yo misma pienso que pasaría la prueba, y es ahí donde debemos reflexionar, Dios no quiere falsa humildad, buenas caras y santidad solo cuando salimos a la calle, o nos congregamos con los herman@s, venga a quien vamos a engañar, sin en ocasiones ya un solo retiro de dos días vemos cosas que no pensábamos del herman@ al que tratamos uno o dos días a la semana en la congregación.

Podemos engañar al mundo, mas no a Dios, y todo aquello que mostramos ser ante los demás, el Padre nos lo reclama como una forma de vida, dentro y fuera, porque deja que te diga, que tu sonrisa en la calle y una cara que te llegue hasta los pies en casa, no te hace ser un cristiano obediente.

Reflexionemos hoy si pasaríamos o no esa prueba y si nuestra respuesta es no, hay que ponerse manos a la obra y pedirle al Señor, una y otra vez que nos restaure, hasta que nos convirtamos en aquello que Dios le agrada del hombre, que nos convierta en cristianos obedientes.

Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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