Mr 21:23 y le rogaba mucho,
diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea
salva, y vivirá.
A primera vista, entendemos que
Jesús hizo una sanación más en su corto ministerio,
pero si miramos un poco mas y dejamos que el Espíritu no hable, nos daremos
cuenta, que ese milagro sanador sigue vigente hoy en día.
Herman@s cuantos sois, cuantos
somos los que día tras día oramos implorando que nuestros hijos que nuestra
familia, vecinos, que el hombre se vuelva a Dios, cuantas veces no gritamos:
ven y pon tu mano sobre ellos para que sean salvos.
Dios cuantas oraciones suben a tu
Trono Blanco, pidiendo la sanidad, la vida por aquellos que caminan en
mortandad, deseando y anhelando que se postren ante la Cruz, y pidan con
arrepentimiento perdón, para que tu mi Señor pongas tus manos sobre ellos y los
laves con tu preciosa sangre, ohhh mi Jesús, cuantas lagrimas hemos derramado
suplicando que nos ayudes a poder sembrar tu Palabra, tu grandeza para que
todos ellos encuentren el camino que lleva hacia a ti, que conlleva salvación,
y seguimos arrodillados pidiéndote porque el hombre agoniza ante un mundo
perverso, lleno de pecado, entre conspiraciones , cultos a Baal, donde ya no
existe la moralidad ni los principios, donde se ha perdido el respeto hasta
hacia uno mismo.
Herman@s yo hoy levanto mi voz y
le digo: mi hija está agonizando, esa hija que representa a todos aquellos que
Dios nos pone en el camino, para que les hablemos, esas personas en las que
debemos dejar la semilla del Evangelio.
Seguiremos todos unánimes orando
como Jairo, para que el hombre se acerque y el Señor pueda sanarlos y puedan
vivir una eternidad para alabar y adorar a Dios……….
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT.
DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ. Maika
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