¿ROBAR?

Malaquias 3: 8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En los diezmos y las ofrendas.

Un versículo originalmente escrito para los sacerdotes del antiguo pacto, muy distorsionado y mal utilizado hoy en día por todos los que quieren instaurar dictatorialmente el diezmo, pues se hace a conveniencia extensivo a todo el pueblo de Dios en muchos lugares de culto.

Lamentablemente
si crees, como yo, que no hay lugar al diezmo obligatorio en el nuevo pacto estas hoy en día "señalado" como antiguamente cualquier leproso, serás apartado, "amenazado" con La Palabra en la mano utilizada a conveniencia.

En muchas ocasiones se utiliza La Palabra, bien sea el antiguo o nuevo pacto, para coaccionar, obligar, o simplemente meterte un miedo en el cuerpo que te obligue a cumplir con lo impuesto por los líderes y, por supuesto que se le debe obediencia a los líderes; siempre y cuando se predique la salvación por fe, no por obras como se pretende hoy en día con por ejemplo el tema del diezmo.

Cuando se utiliza cualquier obra terrenal, el diezmo en este caso, para presentarte una salvación que solo conseguirás si diezmas, o cuando se te "obliga" a diezmar para no caer en el "pecado" de robarle a Dios y llegar a ser maldecido, o cuando se antepone un "titulo" por hombres otorgado a la sabiduría que se puede encontrar en La Palabra sin ser deformada, o cuando se antepone la voluntad del hombre a la del Padre estamos dando vuelta atrás, volviendo al sistema religioso del antiguo pacto.

Millones de personas creerán lo contrario a lo que hoy expongo; ¿estoy por eso errado?, por la misma regla de tres es como decir que cualquiera de las dos religiones mayoritarias hoy en día es la correcta tan solo por que tienen un mayor número de fieles.

En la salvación por fe en nuestro Señor Jesús el Cristo no hay lugar para las estadísticas; estadísticamente hablando no debería hoy existir el cristianismo pues siempre desde sus inicios a sido minoritario frente a cualquier religión.

¿Que sentido tiene entonces la obra redentora de la cruz si en muchos púlpitos se está predicando una salvación condicionada al grosor de los sobres que se obliga a entregar?

Se está dando más importancia al templo físico, a la obra, que al espiritual donde no hacen falta cuatro paredes y un techo para alabar y glorificar a nuestro Señor, que por cierto es quien provee. Lamentablemente se está predicando que es el diezmo quien sustenta las iglesias en minúsculas, cuando realmente tan solo Jesús el Cristo es la roca que las sostiene si verdaderamente están apoyadas en El y es su voluntad.

¿Quién roba a Dios entonces? El que no diezma o el que esta llevando almas a perdición inoculando una mezcla de fe y religión para apoyar la actual mentira del diezmo. Cuentas pasaremos en su día, Dios tenga misericordia de todos, incluidos los proxenetas de la Palabra.