......DE PECADO E INMUNDICIA

Mr 14:52 más él, dejando la sábana, huyó desnudo.

Este versículo forma parte de cuando fueron a apresar a Jesús, y dice la Palabra que Marcos iba cubierto con una sábana y al huir la perdió.

Herman@s ¿Cuántas veces perdemos nuestra sábana intentando huir?

Mirad mis herman@s, son tantas las veces que caminamos por el mundo y nadie se fija en nosotros, pero hoy vamos a recordar algo que para el Señor no pasamos desapercibidos, ya que cuando El pone sus ojos sobre nosotros todo cambia, nuestra vida, nuestra

imagen y es en ese momento cuando dejaremos de ser invisibles para los demás.

Os cuento, desde hace unos meses en España dan por la televisión un programa que se llama : Cámbiame, donde la gente va porque no se siente bien consigo misma, porque quieren cambiar su imagen frente a los demás, y grande y Santo es el Señor, porque con El no necesitamos programas de televisión para ser cambiados, no necesitamos a estilistas que nos vestirán como a ellos les agrada, sino que con El, solo con un toque del maestro seremos cambiados transformados, perderemos al igual que Marcos esa sabana sucia con la que nos cubríamos.

Lo que otros dicen querer cambiar porque no se ven bien, el Señor nos arranca esa sábana llena de inmundicia, de pecado, y nos transformara ante la mirada de todos, porque todos cuando hemos sido vestidos por el Rey los demás han visto en nosotros algo mas que una sábana vieja, cuando clamamos al cielo mis herman@s y decimos: Padre he aquí mi suciedad, Señor a ti la entrego para que la limpies, para que me de una vestidura nueva. Y ahí acontece lo más grande herman@s, si porque Santo, Santo es el Señor, que no solo transforma nuestras vestiduras que sino que también nos transforma a nosotros, nos viste de lino fino, y ya no queremos mas harapos, mas también a parte de la sábana debemos desprendernos de lo que somos.

Herman@s es maravilloso cuando nuestras vestiduras sufren ese cambio, pero es triste que queramos hacer lo mismo con el pecado, mira lee, nos manchamos de pecado y luego vamos al Señor para entregarle esa ropa nueva que nos dio porque se ensucio y le volvemos a pedir y algunos a exigir que nos las cambie por otras nuevas, pero herman@s ya no se trata de la vestidura, se trata que nuestra condición sigue siendo la misma, esa no la dejamos cambiar, transformar, y son muchas las veces que anhelamos ese cambio externo pero que no nos toque por dentro, porque o bien aun andamos con nuestro yo, o porque esa transformación duele, y si herman@ cuando realmente dejamos que nos transforme duele, porque es como si fuéramos hierro y a golpe de martillo, entre el fuego sentimos que nos golpean una y otra vez, pero de ese fuego, de esos golpes, saldrá algo hermoso a los ojos de Dios.

Vamos a dejar de envolvernos con una sábana llena de mugre, pasado, tristeza, angustia, dolor, de pecado y vamos a vestirnos del amor del Señor, vamos a dejar que Dios haga aquello que desea hacer con nosotros y nosotros vamos a hacer nuestra parte, vamos a quedarnos desnudos ante el Señor para que nos vista de lino fino……..

Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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