Colosenses 1: 13-14 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Colosenses 1: 13-14 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

La gran mayoría, antes de estar en el camino del Señor, estábamos en el camino del maligno, éramos solamente uno más de los que poblamos un mundo controlado por el príncipe de las tinieblas. Aunque nuestros actos fueran buenos, correctos, pero solo a los ojos del hombre, estábamos apartados de Dios. A los ojos de Dios
no éramos hijos suyos, éramos simplemente criaturas, buenas criaturas quizás, pero ciegas a la verdad.
Si no somos capaces de amarle a El sobre todas las cosas somos la mas suculenta presa de Satanás.
Nunca me hubiera imaginado a mi mismo pidiendo perdón humildemente a los que hoy en día puedo, gracias a Dios llamar hermanos, yo no era así…….pero ahora nueva persona soy, consciente y feliz por la gran Gracia que he recibido.
Atrás queda satanás y sus maléficas huestes, soy Cristiano.
Y ya está? ; NO!! Ser Cristiano no es fácil.
Doy gracias a Dios por salvarnos entregando a Su Hijo, por lavarnos con la preciosa sangre de Su Hijo Jesús el Cristo.
Sigue existiendo el mal a nuestro alrededor, incluso a veces nos acercamos a el de manera consciente o inconsciente. Que exista el mal también es motivo de gratitud al Padre.
Gracias Señor por permitir que satanás exista, si me acosa es por que el también sabe que voy por buen camino y no lo puede asumir, intenta recuperarme.
Gracias Señor por permitir que satanás exista, aunque se de sobras que las pruebas a las que me tendré que enfrentar cada día serán mas duras.
Gracias Señor por permitir que satanás exista, pues con sus tentaciones solo consigue que yo pueda amarte cada día más.
Gracias Señor por permitir que satanás exista, por que ahora se distinguir a la perfección la victoria del fracaso.
Si no hubiésemos vuelto a nacer satanás no se molestaría por nuestra alma, ahora el quiere sacarnos de la sombra de Dios, no puede soportar que nosotros tengamos lo que el tanto anhela y nunca tendrá; la vida eterna.
Padre, dejando que Satanás exista y nos acose es una de las maneras que tienes para decir que vamos por el buen camino, con nuestros tropiezos, pero firmes en la fe, que estas con nosotros y nosotros para Ti, nos estas diciendo que tan solo debemos preocuparnos de satanás si alguna vez deja de perseguirnos. Satanás no puede hacernos pecar, aunque si tentarnos a hacerlo, y también por esto debemos dar gracias.
Gracias Señor por permitir que satanás exista y demostrar así con creces que cada tentación rechazada del maligno es otra victoria tuya, viendo todo el mal que existe en este tu mundo podemos darnos cuenta y decir bien fuerte cuanto nos ama nuestro Padre.