Prov 19: 15 La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre.
Alabado sea el Señor u no nos encuentre perezosos, puede encontrarnos cansados, fatigados pero no perezosos, vamos a sacudir si es que la hay la pereza hoy de nuestro corazón ¿conoces la expresión “hoy ando como un perro y no tengo ganas de nada”?.
Cuando un día no te nutres de la Palabra “no pasa nada” simplemente te quedas sin comer, pero al día siguiente hay que tener apetito y comer de las Escrituras, quizás llega un día de culto y hay un compromiso, o estas demasiado cansado “ y por un domingo no pasa nada” pero cuando “ por un día no pasa nada” se convierte en un ufff ya ni me acuerdo de la última vez, es que la pereza te hizo caer en un sueño profundo y te apartaste de la compañía del Señor, ya todo se convierte en pesadez, desánimo y un sin ganas.
No
dejes que la pereza te impida comer todos los días de la Palabra, te
impida alabar a Dios, porque llegara el día que padecerás hambre y
quizás sea tarde. Tiempo hay para todo, y todo dosificado esta bien,
pero recuerda que se esta instaurando una permisidad dada por el mundo y
dentro de las congregaciones que dan paso a una pereza de “por un día
no pasa nada” ¿que pasaría si por día Dios no te atendiera? A la final
si “por un día no pasa nada” entonces reclamaríamos ¿verdad? Entonces
pidamos a Dios bendito que sacuda todo aquello que nos pueda hacer caer
en esa pereza para que no sea una pereza irreversible.
Señor Padre Santo tu nos amas todos los días, ayúdame a seguir de pie, que ni el camino, ni la fatiga haga caer sobre mi la pereza.
Señor Padre Santo tu nos amas todos los días, ayúdame a seguir de pie, que ni el camino, ni la fatiga haga caer sobre mi la pereza.
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