Mateo 10: 34 - No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
Ser cristiano es lo mas bonito de esta vida, reconocer a nuestro Señor, aceptarle en nuestras vidas, dejarnos llevar cada día un poco más por El Espíritu, perfeccionarnos poco a poco, moldearnos cual vasija.
No todo es hermoso en el andar cristiano, no es un camino a veces agradable a los hombres, El ya lo advirtió y nosotros en nuestra libertad de decisión por El concedida decidimos tomar Su camino y dejar atrás al príncipe de este mundo.Pero el pecado siempre esta a nuestro alrededor, no por ser cristianos dejamos de pecar. El pecado para el mundo es simplemente la trasgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.
Para cualquier hermano en la Fe es el alejamiento del hombre de lo que es la voluntad de Dios.
Fíjate en este último caso que no dice que sea “hacer”, simplemente “alejarse” de Su voluntad, muchas veces omitir hacer algo ya es pecado, no hacemos nada y estamos pecando.
Cualquier cosa que hagamos, o no, que pensemos, o no, que digamos, o no, que no forme parte de la voluntad de Dios es pecado. Si debemos por que es voluntad de Dios hacer, decir o pensar cualquier cosa debemos hacerlo, obligados estamos a ello si realmente seguimos el camino a la vida eterna, a la salvación.
Fijándonos en mensajes que circulan a diario por la enorme red de Internet (por cierto territorio del oscuro) fíjate la gran cantidad que hay con bonitos y agradables mensajes; voy a ponerle un “me gusta” o comentarlo por que es precioso, cuanto amor hay en ese mensaje. Todos en un momento u otro ponemos ese “me gusta”, ese comentario agradable, todos nos atrevemos a hacerlo. Cuesta mucho cuando el mensaje no es tan agradable.
Fijate ahora la cantidad de mensajes que hay, correctos, bien contrastados con La Palabra pero que son de esos mensajes que muestran la otra realidad cristiana, los que no gustan, los que nos hacen sentir incómodos como cristianos, los que pasamos de largo por que muestran verdades a las que preferimos cerrar los ojos; estos mensajes no tienen ni una décima parte de comentarios o “me gusta” que los mensajes hermosos, los que nos encandilan, los que preferimos ver y oír. Todos los cristianos preferimos los mensajes bonitos, con hermosas enseñanzas, con preciosas fotos que los ilustren, y a la vez hay un cierto rechazo a recibir los mensajes que duelen y que también forman parte de nuestro aprendizaje cristiano. Cualquier mensaje conforme a La Palabra, aunque no nos guste debe ser aceptado por todos nosotros, aunque produzca dolor, angustia, repulsión al ver la imagen que lo ilustre. Estamos en este andar cristiano para siempre y no solo cuando nos guste o apetezca como hombres que somos, eso si, hombres apartados para El Señor, hijos e hijas de Dios.
Ser cristiano es lo mas bonito de esta vida, reconocer a nuestro Señor, aceptarle en nuestras vidas, dejarnos llevar cada día un poco más por El Espíritu, perfeccionarnos poco a poco, moldearnos cual vasija.
No todo es hermoso en el andar cristiano, no es un camino a veces agradable a los hombres, El ya lo advirtió y nosotros en nuestra libertad de decisión por El concedida decidimos tomar Su camino y dejar atrás al príncipe de este mundo.Pero el pecado siempre esta a nuestro alrededor, no por ser cristianos dejamos de pecar. El pecado para el mundo es simplemente la trasgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.
Para cualquier hermano en la Fe es el alejamiento del hombre de lo que es la voluntad de Dios.
Fíjate en este último caso que no dice que sea “hacer”, simplemente “alejarse” de Su voluntad, muchas veces omitir hacer algo ya es pecado, no hacemos nada y estamos pecando.
Cualquier cosa que hagamos, o no, que pensemos, o no, que digamos, o no, que no forme parte de la voluntad de Dios es pecado. Si debemos por que es voluntad de Dios hacer, decir o pensar cualquier cosa debemos hacerlo, obligados estamos a ello si realmente seguimos el camino a la vida eterna, a la salvación.
Fijándonos en mensajes que circulan a diario por la enorme red de Internet (por cierto territorio del oscuro) fíjate la gran cantidad que hay con bonitos y agradables mensajes; voy a ponerle un “me gusta” o comentarlo por que es precioso, cuanto amor hay en ese mensaje. Todos en un momento u otro ponemos ese “me gusta”, ese comentario agradable, todos nos atrevemos a hacerlo. Cuesta mucho cuando el mensaje no es tan agradable.
Fijate ahora la cantidad de mensajes que hay, correctos, bien contrastados con La Palabra pero que son de esos mensajes que muestran la otra realidad cristiana, los que no gustan, los que nos hacen sentir incómodos como cristianos, los que pasamos de largo por que muestran verdades a las que preferimos cerrar los ojos; estos mensajes no tienen ni una décima parte de comentarios o “me gusta” que los mensajes hermosos, los que nos encandilan, los que preferimos ver y oír. Todos los cristianos preferimos los mensajes bonitos, con hermosas enseñanzas, con preciosas fotos que los ilustren, y a la vez hay un cierto rechazo a recibir los mensajes que duelen y que también forman parte de nuestro aprendizaje cristiano. Cualquier mensaje conforme a La Palabra, aunque no nos guste debe ser aceptado por todos nosotros, aunque produzca dolor, angustia, repulsión al ver la imagen que lo ilustre. Estamos en este andar cristiano para siempre y no solo cuando nos guste o apetezca como hombres que somos, eso si, hombres apartados para El Señor, hijos e hijas de Dios.
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