Lc 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Quizás uno de los versículos que mas me enseñaron cuando tanto preguntaba ¿Por qué?, cuando no entendía porque habiendo aceptado ya el Señor me ocurrían las cosas que me ocurrían, Dios me dio muchas bendiciones, pero también tramos en que pensaba ¿si ahora estoy en el camino, porque esta prueba?
Era un recién nacid@, nadie me explico que ser creyente era un salva conducto a no tener dificultades, pero pronto el Espíritu de Dios me hizo entes, para poder entender que si, que el Señor me amaba, que mis pecados habían sido perdonados y olvidados, pero que era necesario llegar nuevamente cada día a la Cruz, reconocer y entregarle cada día mis faltas, para poder encontrar reposo durante la noche, y por la mañana, volver a recoger mi Cruz, tomar la voluntad del Padre y seguirle a El, al Maestro. Cuando llegue a comprenderlo pude gozarme más si cabe en el gran acto de amor consumado en la Cruz.
Herman@ el día trae bendiciones, pero también pruebas, unas mas grandes
que otras, es por ello que no tenga aflicción tu corazón, mas peso
tenía la Cruz que cargo el Señor, la tuya y la mía puede ser muy pesada,
pero Dios no te dará mas de lo que puedas soportar, y si confiamos en
nuestro Padre, la llevaremos con humildad, dignidad y con orgullo, ya
que al llegar la noche nos espera el descanso mas apacible, dormir bajo
la sombra del Omnipotente.
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