EL DÍA A DÍA

Mt 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Cuando usamos versículos como estos o parecidos todos pensamos en los falsos profetas, pero no herman@ también lo podemos usar para aquellos creyentes que son una fachada en la congregación, con los herman@ y luego en la i intimidad se olvidan, de la misericordia, se olvidad de aquello que el Señor nos enseño.
Hombres y mujeres con una falsa humildad, una falsa piedad, pero que si pudiéramos ver como Dios todo lo ve, nos pondríamos las manos a la cabeza.
Cuidado herman@s, porque probablemente muchos no pasaríamos la prueba.
Tenemos un grave problema con la ira, con el enojo, problemas con los tiempos de Dios y eso hace que en ocasiones en la privacidad de nuestra casa le damos rienda suelta, sin darnos cuenta que estamos ofendiendo a Dios, amad@s no podemos decir que amamos a Dios con todo nuestro corazón, si ello no se ve reflejado en nuestro día a día, en nuestra forma de vivir, con nuestros hijos, con nuestras parejas, con nuestra familia o vecinos, ¿Cómo osamos salir a predicar si en nuestra casa tenemos la colada por hacer? Y es que herman@ el Padre nos llama a vivir en Santidad, pero no tan solo cuando los demás nos ven sino en todo momento, El no entrego a su Hijo para un rato sino para cada momento de nuestras vidas, debemos tener claro que la Gracia derramada por el Padre no se nos da para que nos sigamos revolcando en el pecado sino para que lo venzamos. Complicado es levantarse todos los días con todos los problemas que nos rodean, pero no podemos permitir que esos problemas puedan vencer a lo que el Señor dio por nosotros, no podemos permitir que tomen ventaja a las promesas que Dios nos ha dado, pero cuando confundimos esas promesas en deseos propios que pensamos que tenemos derecho a reclamarle a Dios, solo mostraremos algo diferente en la privacidad que cuando estamos todos juntos.
En ocasiones nos sentimos defraudados con el Padre porque llevamos mucho tiempo esperando y no entendemos que en esa espera es en la que aprendemos, si se nos diera todo aquello que deseamos el caos seria incalculable, El sabe en que momento nos conviene las cosas, herman@s no podemos ceder a esa peligrosa tentación de tomar a Cristo y retorcerlo hasta obtener una versión con la que nos sintamos cómodos, porque entonces no nos diferenciamos en nada de aquellos que predican ese falso Evangelio, esos de que por su frutos les conoceréis, la diferencia es que ellos lo hacen en publico y nosotros lo hacemos en casa. Oremos para que nuestros hogares sean el reflejo de aquella vida que el Señor nos ha llamado a vivir, la santidad no viene por lo que mostramos o hacemos en la calle, sino en el día a día de nuestras vidas.

Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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