Marcos 2:14: Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado
al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
¿Por qué escogió Jesús a un
publicano como su discípulo siendo éste un pecador notorio, y en cambio no
llamó a ningún fariseo a ser discípulo suyo ya que eran tan religiosos? ¿No te
parece que con esta actitud parecía que a Jesús no le importaba mucho el
pecado?
Precisamente por este motivo
escogió Jesús a un publicano, por ser
apartado y rechazado por casi todos, en
especial los fariseos. Por ser considerado hacedor de grandes pecados. Para
demostrar a todos, sobre todo a los fariseos, la gran misericordia de Dios, que
la salvación no hace distinción entre nadie, tan solo para quien decida seguir
a Jesús y vivir según sus enseñanzas hay salvación.
La salvación esta en la Gracia no en ninguna religión
ni creencia, la salvación no estaba en la Ley ni sus religiosos rituales.
Lo importante es notar que
Jesús no rechaza nunca al pecador. Pero igualmente cierto es que en ninguna
manera El aprueba el pecado, de hecho, su intención es siempre la de
transformar al pecador en una persona justa y santa, tal como hizo con Leví, un
publicano, y con otros muchos hizo, hace y hará.
Desde que acepté al Señor
muchas actitudes y/o maneras cambiaron en mi pero, aunque parezca una necedad,
una de las cosas que mas me llama la atención hoy en día es que todo lo que yo
antes llamaba suerte, casualidad….todo eso no existe, tan solo existe la
voluntad de Dios.
Es por eso que leyendo este
pasaje vuelvo a recordarlo; ¿acaso alguien cree que Jesús de Nazareth simplemente
“pasaba” por allí?
Otros versículos que tambien
me hacen recordar esto es por ejemplo cuando la mujer samaritana; Jesús sabia a
quien encontraría en el pozo, no fue ni producto de la casualidad, ni de la “suerte”
(por cierto palabra que no debería existir en el vocabulario cristiano).
Cuando algo sucede sabemos
perfectamente que es por voluntad del Padre, podemos ver lo sucedido como algo
bueno pues nos beneficia o como algo malo, chocante con nuestras expectativas o
necesidades, con nuestra humana manera de ver las cosas.
Por otro lado sabemos que el
Señor no nos quiere mal; aunque nos parezca incomprensible cualquier tribulación
por la que estemos pasando (enfermedades, problemas, fallecimientos en nuestro
entorno próximo y un largo listado de cosas mas) nada de todo eso es para “fastidiar”
ni para hacernos sufrir innecesariamente.
Lo que cualquier incrédulo
diría “mala suerte” es para nosotros un paso mas hacia la eternidad; ¿como
hombres que es lo peor que podría pasarnos? Morir.
Como cristianos sabemos que
la muerte está ya vencida por nuestro Señor.
Pasemos por lo que pasemos
sabemos con certeza que El nos llamó en su día para seguirle, para apartarnos
del pecado y mostrarnos el camino que lleva a la salvación y ese camino no se
anda solo; se anda junto a El….” y le dijo: Sígueme.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario