Juan 11: 36 Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

Juan 11: 36 Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

Todos los presentes vieron a Jesús de Nazareth llorar ante la perdida de un ser amado; lloró, pues es capaz de ver y comprender el dolor humano, el como hombre lo padeció. Jesús ya sabía que sucedería al abrir el sepulcro donde estaba el cuerpo de su amigo Lázaro.

Aún así

compartió el dolor con los allí presentes, Jesús de Nazareth lloraba por la “perdida” de un ser querido, y aún hoy en día, como Jesús el Cristo, de seguro sigue llorando por el resultado del pecado en el mundo; la muerte.

Jesús de Nazareth lloró esa vez, tal como dice el final  del versículo “Mirad cómo le amaba.”, por Amor al hombre; ¿no crees que todavía sigue llorando por lo mismo?

Jesús el Cristo ama al hombre, inmerecidamente pero le ama, y, estoy seguro, llora al ver las consecuencias del pecado original, Él sabe como podría ser todo en este mundo (que, aunque hermoso está controlado por el maligno y sus huestes) y llora ante lo que hay.

Muchas veces este amor no es correspondido, muchas veces le somos infieles al Señor, y aún así nos sigue amando.

Fue El quien rasgo el velo que nos separaba del Padre, somos nosotros quien figuradamente volvemos a levantar nuestro velo personal.

Cada vez que se realizan actos, que se pronuncian palabras, que se tienen pensamientos que nos apartan de Su voluntad estoy seguro que llora por que estamos colocando un velo entre nosotros y El, un velo que no le deja ocupar Su trono en nuestro interior.

¿Que padre no llora al ver por mal camino a su hijo? ¿Qué hombre no llora al ver perderse a su herman@? Si me lo permites me pongo el primero en la lista.

Realmente todos nosotros damos motivos para que llore, mas o menos, antes o después, pero en algún momento los damos.

Fuimos creados perfectos como hombres, se nos atribuyó una libertad de decisión y, desde Adán y Eva hasta nuestros días, es la que menos sabemos utilizar, en la que muchas veces cometemos, grandes o pequeños, pero errores en definitiva.

Gracias a Dios tu y yo conocemos la única y mejor manera de utilizar esta hermosa libertad; Aceptando a Jesús el Cristo!

Pero no tan solo de palabra, no para ir a nuestros lugares de culto, no por haber sido bautizados, no por llamarnos cristianos, no por realizar buenas obras, NO por lo que muchas veces hacemos y somos.

Solamente hay un SI, y ese es el que mas nos cuesta:

SI, dejando que ocupe el lugar que le corresponde en nuestros corazones, dejándole obrar para que en todos los aspectos sea El quien gobierne nuestras vidas. Cada victoria y logro en nuestra vida no es por nosotros, es por El en nosotros

No somos cristianos por nosotros mismos, somos cristianos por que nos escogió y nos llamó……dejémosle también utilizarnos a Su voluntad y siempre toda gloria a Dios.

DIOS TE BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.