Y TU DONDE ESTAS?

2Cron 7:15  Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar

En el Antiguo Pacto ya Dios le decía a su pueblo que sus ojos estaban abiertos y atentos sus oídos para que orasen, y el pueblo hacia caso omiso.

Herman@s en el Nuevo Pacto cambiaron muchas cosas, pero hay una que no y es la disposición del Señor a escucharnos, a estar pendiente de lo que hacemos, ora pueblo de Dios, sigue esperando que el creyente deje de enredarse con cosas que lo apartan de la oración, nos lamentamos de que

nuestras oraciones no son escuchadas, deberíamos preguntarnos ¿realmente nos postramos a orar? ¿O bien hacemos una oración de rutina?, Nos espera herman@s nos espera para que le digamos aquello que nos perturba, nos espera en una oración llena de adoración y alabanza, nos espera para que oremos los unos por los otros, pero lo mas importante es que espera que nos entreguemos en alma cuando oramos, que no estemos pendiente de lo que nos rodea o de terminar una oración de prisa y corriendo porque vamos con prisas, ¿Qué prisas podemos tener herman@s, cuando Dios lleva toda la vida esperándonos?

Las prisas no son buenas consejeras para la oración, y la falta de animo tampoco, la oración debería ser para nosotros la necesidad imperiosa de beber del agua del Señor, las ganas de entregarnos sin reservas, la oración tiene que ser ese lugar, y tiempo necesario para buscar la presencia del Señor, para que nada en nosotros se quede en el tintero. Muchos comparten y yo misma en alguna ocasión fotos que ponen que las batallas se ganan de rodillas, y ahí las dejamos, pero no la aplicamos, de poco sirve salir al mundo si primero no nos hemos postrado ante el Señor, de poco sirve querer iniciar cualquier proyecto si primero no se ha presentado a Dios para saber si es su voluntad, de poco sirve todo aquello que hagamos si primero no estamos en paz con el Señor, mediante la oración. Y es que solo nos acordamos de orar cuando las cosas van mal, y tu Padre quiere oírte todos los días, a cada momento y no para reclamar sino también para alabarle, y es que cuando las cosas van bien muchos son los que olvidan la oración.

Tenemos la Palabra y podemos leer las consecuencias de la desobediencia y de la falta de oración, entonces ¿a que estamos esperando? No hay ninguna otra forma de llegar a El sino es mediante la oración, pero la oración sincera, meditemos hoy en que lugar esta el orar y quizás entenderemos muchas de las cosas que nos preguntamos……….y recuerda nos espera con los oídos atentos.

Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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