Isaías 60:9 Ya el sol no será para ti luz
del día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que tendrás al SEÑOR
por luz eterna, y a tu Dios por tu gloria.
¿Cómo te cuento hoy para que sepas
entender? Y no porque a ti te cueste entenderme sino todo lo contrario porque a
mi en ocasiones se me hace complicado escribir lo que deseo decir.
Luz eterna es el Señor, deslumbra a
aquellos que nos acercamos a El, una luz que nos muestra el camino, repleta de
tanto amor que no alcanza nuestra mente a calcular realmente su intensidad, que
bello ¿verdad?. Todos venimos de un mundo oscuro, donde lo que pensábamos que
era amor, nada tenia que ver con el amor que el Señor esta dispuesto a darnos,
nuestros ojos vienen acostumbrados de la penumbra y nuestro amor viene por una
parte del amor como así se entiende cuando no conocemos al Señor, y por otro
lado por un amor interesado, no digo que conscientemente, pero interesado a la
final.
¿Qué pasa herman@ cuando llegamos al
Señor? Llegamos cansados, fatigados, sucios por el pecado y el Señor nos
recibe, nos lava, nos quita todo aquello que llevábamos cuando nos postramos en
su presencia, alabado sea su nombre, y ahora te cuento a donde quiero llegar
con ello.
Herman@s no estamos acostumbrados al amor
verdadero y desinteresado, no estamos acostumbrados a luz encegadora que
proviene de lo Alto, porque como dice la Palabra, ni el sol será tu luz, ni el resplandor
de la luna te alumbra, nada puede compararse a luz que desprende el Señor y
pienso que quizás por ello no acabamos de darnos por entero, por miedo, si ,
nos asusta que alguien pueda amarnos tanto, y a cambio de nada, nuestros ojos
han estado tanto tiempo entre tinieblas que cuando vemos el esplendor del Rey
nos paraliza, es como si dudáramos que somos merecedores de todo ello.
Herman@ el Señor nos dice hoy: que no
temamos, que nos acerquemos sin temor, que el amor no duele, su amor no daña,
su amor, sana corazones, consuela tribulaciones, nos da reposo, y ahhhh mi
herman@ su luz no es para dejarnos ciegos sino todo lo contrario sino para que
veamos el camino, para que caminemos en fe y obediencia y los demás puedan ver
ese resplandor para la honra y la gloria de Dios.
Hoy vamos a dejar ese miedo y
confiadamente tomaremos el camino que se nos muestra y empezaremos a sentir su
amor en toda su totalidad, si una sola pizca de ese amor nos hace sentir
gozosos, ¿te imaginas, si aceptamos ese amor por completo? Ya no hay temores,
ya no hay miedo, porque el Señor tu Rey es tu luz………….
Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
http://www. devocionalescristianosmana. org.es/
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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