Y TU COMO LLEGASTES?

Sal 139:17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!

Cuando somos capaces de llegar a entender que todo aquello que Dios hace por nosotros, entonces es cuando realmente hay plenitud de gozo. ¿Te acuerdas herman@ cuando llegaste a los pies de Cristo? Mira yo llegue de una forma bastante peculiar, primero acudí por compromiso, me habían invitado tantas veces que
ya tocaba cumplir y en segundo lugar quería encontrar aquello que me hiciera decir, veis esto es una bobada, Dios me perdone, y perdón pedí por ello en su momento, yo la inflancreable mujer fiel a sus principios, me encontré quebrantada ante el Señor sin entender realmente lo que me estaba pasando, solo sabía que quería aquello que estaba sintiendo, me sentía sucia ante su presencia, pero quería y deseaba saber como agradarle. No os voy a mentir, al igual que muchos de vosotros he pasado y paso desiertos que parecen interminables, pero cuando dejo la pataleta y dejo que el Espíritu me guié, digo : no puedo abandonar, tengo que seguir, porque tengo un Padre que me conoce por mi nombre, que piensa en todo momento en mi, que cuando salgo al campo de batalla pelea por mi, que cuando estoy abatida es el refugio donde puedo descansar y si todo ello no fuera suficiente tiene un plan para mi y su Palabra dice que estará conmigo hasta el fin de los días.¿maravilloso verdad? Si estas pensando en tirar la toalla simplemente te pido que pienses en esto y si aun después crees que todo ello no vale la pena, Dios te bendiga herman@, camina con cuidado, pero si por lo contrario reconocemos que el Señor entrego su propia vida para que sintiéramos todo ello, gloria a Dios, porque aunque sean complicados sus pensamientos, que grandes y preciosos son todos ellos.
Llegamos a los pies de Cristo, aunque no nos demos cuenta en ese momento abatidos, destruidos, derrotados, cansados, y el Padre nos adopta en el momento que aceptamos a su Hijo como Rey y Salvador, es por ello que tenemos una responsabilidad, si amad@s herman@s tenemos la responsabilidad de ser fieles a su Palabra y no retorcerla para beneficio propio, las Escrituras son las que son y no podemos ni quitar ni añadir una tilde, tenemos la responsabilidad de predicar el Evangelio, al Cristo resucitado y no falsas doctrinas de prosperidad y falsas esperanzas, tenemos la responsabilidad de ser testimonios vivos de Aquel que derramo su sangre, uno no puede ser “lider” en la congregación y al salir olvidarse, a eso se le llama una buena actuación y por desgracia ya tenemos demasiados actores que juegan a ser “lideres” para luego aplicar la Palabra a su conveniencia, no nos sintamos mal cuando intuimos que nos están engañando, la Palabra dice que probemos los espíritus, para así poder discernir aquello que si viene de Dios, o aquello que el enemigo a disfrazado para deleite.
Nuestro único deleite debe ser la obediencia, la humillación, porque el evangelio que no exalta a Dios, no exalta a Jesús el Cristo, no es evangelio, el Evangelio es vida, es lo que al principio os decía un Padre que nos conoce, que piensa en nosotros, que pelea por nosotros, que es nuestro refugio y que tiene un plan para nosotros para su honra y su gloria, así que herman@s hoy podemos gritar y clamar ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!

Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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