Amos 8:11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.
Parece que llevamos unos días que un devocional se relaciona con el otro, pero así lo dispone el Señor, acordaros que hablamos del pan de vida, de la luz que entra por el ojo, etc…. Y hoy me tope con este versículo, por una parte nos dice que el Señor mandara hambre, pero esa hambre de oír la Palabra de Dios, porque la de pan y de agua, esa la tenemos a raudales siempre y cuando nos mantengamos al lado del Señor, siempre y cuando sepamos que todo aquello que somos y tenemos proviene del Dador. Que pena
herman@s que existan tantas personas que tan solo demandan pero no están dispuestos a entregar, que se quejan de lo que acontece en su vida, pero ni están tomando ese pan, ni esa agua y por tanto mucho menos la Palabra de Dios. Deja que te diga algo en este día herman@, cuando oramos el Padre escucha, cuando callamos y nos ponemos en disposición de escuchar Dios nos habla y si ya creemos que realmente El lo hará, entonces sentiremos que Dios esta trabajando en nosotros. Para que todo ello acontezca no podemos desechar la Palabra, acomodarnos a lo que cualquiera nos pueda decir, mirad muchos se lamentan de los largos periodos de desierto que hay en sus vidas, en la mía también los ha habido, los hay y si tienen que venir mas Dios dirá, vamos a intentar no ver esos periodos de desierto como un sentimiento de castigo, nuestro Padre no es así, nuestro alfarero necesita aislarnos para tratar con nosotros, necesita ponernos en las situaciones mas extremas para que nos dejemos moldear y podamos sentir realmente aquello que quiere que sintamos, y podamos sentir también ese perdón, esas bendiciones, pienso que tal vez uno debería preocuparse si nunca se ha sentido en el desierto, porque así como el Señor se fue al desierto y tentado, de la misma forma Dios nos lleva a ese llamado desierto porque sus propósitos son grandes para con nosotros. Si uno esta dispuesto a no pasar hambre de la Palabra y a obedecer, podemos tener la seguridad que viviremos no un desierto, sino varios, pero el buen guerrero se entrena en situaciones límites y deseo sacar la parte que pueda consolarnos de todo ello y sabéis llegara el día que diremos: no fue un camino fácil pero en Cristo Jesús lo he conseguido.
Si retomamos el versículo no voy hablaros otra vez del pan de vida, ni de esa agua que nunca nos dejara con ganas de beber, pero si la parte en la que dice que habrá hambre de Palabra, herman@s volvemos a donde siempre, las nuevas doctrinas, el manipular la Palabra para conveniencia, todo ello es hacer oídos sordos, por tanto ahí existirá hambre, aquella sensación de no se que estoy haciendo mal, pero no encuentro paz y sosiego, y ¿Cómo va encontrar esa paz y ese sosiego, si no comen de la Palabra? Si decimos que luchamos para no pecar, no consistamos entonces que nadie manipule las Escrituras en nuestra presencia, no tengamos miedo a denunciar, luego llegara el famosos versículo que no debemos juzgar, pero hay otro que dice que no podemos juzgar al mundo pero si exhortar a los hermanos con amor, y aquel que haga que uno retorne al Señor, serán cubiertos multitud de pecados. Es un tira y afloja, hay quien usa la Palabra para beneficio propio, ahí es donde hay pobreza, donde el Señor mandara hambre, pero seamos rápidos porque lo que ellos usan para manipulación, en la propia Palabra encontraremos aquel otro que sacara la verdad a la luz. Vamos a dejar tratarnos por el Señor, vamos a dejar que el Alfarero golpee y pula lo que tenga que golpear y pulir, y no nos apartemos de las Escrituras, porque la Palabra dice que el Señor mandara hambre de oír la Palabra, que no nos quedemos nunca hambrientos herman@s. De verdad que intento todos los dias escribir el consuelo, el amor que podemos encontrar en las Escrituras, pero hay algo que me empuja quizás para algunos a ser un poco tajante, pero es que ya entre los llamados cristianos existe una mundalidad, una fiesta continua, que nos olvidamos realmente de que Dios es fiel y nos ama, pero que tenemos una responsabilidad y no podemos pedir, ni siquiera suplicar, sino estamos dispuestos, primero a ceder, segundo a escuchar y tercero a obedecer. No es mi deseo que nadie pueda sentirse ofendido y si así es pido mil perdones, pero no se escribe nada que no este en la Palabra, alimentémonos de ella y no malabares con ella, porque los malabares nos llevaran a pasar hambre….
Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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