Gal 5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Tenemos visita, y somos verdaderos anfitriones, dentro de las posibilidades de cada uno, dejamos la casa arreglada, preparamos algo para que degusten, miramos a nuestro alrededor y todo esta perfecto, aquellos detallitos que tenemos en los muebles, los libros del estante ordenados, tal vez unas flores, y un olor agradable para que el invitado o invitados se sientan cómodos. Esto sería lo que
normalmente hacemos cuando sabemos que tenemos un invitado en casa. Bien ¿entonces porque no hacemos lo mismo con nuestro cuerpo, con nuestro corazón y con nuestra alma? ¿A caso hemos olvidado que somos templo del Espíritu Santo?
Es un ejemplo muy simple pero creo que muy significativo, ya que preparamos nuestros hogares para agradar al hombre y que se sienta cómodo, pero no le prestamos la misma atención al Señor, al Espíritu que es él que nos debe guiar y mostrar nuestro camino en esta andadura.
Se que no somos perfectos y también somos muchas veces conscientes de que estamos pecando ¿entonces como podemos hacer de nosotros un templo para que el Señor pueda reinar en nosotros? Nuestro deber es amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo, nuestro deber es predicar el Evangelio, nuestro deber es obedecer en aquellas cosas que ni entendemos por asombroso que sea, y todo ello no es posible sino vivimos por el Espíritu y no andamos en El.
Estar llenos del Espíritu no son esas manifestaciones infernales donde todos gritan, patalean, donde sacuden sus cuerpos como si fueran unos posesos, nooooooo eso no es estar lleno del Espíritu, estar llenos del Espíritu es levantarnos y dar gracias a Dios por un nuevo día, es esforzarnos para hacer aquello que demanda de nosotros, es caminar junto al Señor y confiar, saber que aunque no entendamos El nos dará la victoria ante la adversidad, cuando el Señor partió nos dijo que nos dejaba al Espíritu para que nos guiara, nos enseñara y nos mostrara ¿y como va a ser posible ello, si nuestra “casa” anda sucia y patas arriba? Es imposible sentirlo, escucharle y seguirle si todo aquello que hay en nuestra mente y en nuestro corazón hace tanto ruido y esta tan destructurado.
Si podemos caminar y vivir por el Espíritu, pero cuando andamos en paz con el Señor, cuando de la misma forma que intentamos tener un ambiente agradable que nos rodee, intentamos tener un corazón humillado y complaciente para Dios.
Son muchos los videos que se encuentran por Internet sobre manifestaciones del Espíritu y Dios nos libre de ello, parecen como he dicho antes posesiones demoníacas que no entiendo porque lo hacen, quizás por entusiasmo, tal vez para que los demás no les vean distintos, porque el pastorcito de turno pasa veinte minutos gritando que la unción del Espíritu esta cayendo, herman@s amad@s nada de ello es así, claro que podemos sentir al Espíritu cuando nos congregamos, algunos en la alabanza, otros en la prédica, pero nos trata por individualismo, si uno a uno, Dios no busca un espectáculo grotesco para agradarse, sino corazones apacibles y agradables para que su Santo Espíritu pueda hacer su parte de trabajo, un corazón donde no exista ni un solo rincón que no sea lleno del amor del Señor.
Creo que es algo complejo para algunos cuando hablamos del Espíritu, pero ya sabéis cada cual reflexione como tiene “su casa” y si es propicia para ser templo del Espíritu Santo, y cuando digo cada cual yo no salgo del saco, también estoy en el, herman@s vamos a barrer, a sacar todo aquello que no deja que el Espíritu se pueda mover con plena libertad.
Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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