SIMPLEMENTE

Marcos 8: 11 Y vinieron los fariseos y comenzaron a altercar con Él, y tentándole, le pedían señal del cielo.

Cuantas veces oímos o incluso nosotros mismos “exigimos” un milagro del Señor, una respuesta que complazca nuestros anhelos, una cura a nuestra enfermedad, una señal para seguir.
Muchos antes de nosotros lo han hecho, y no es esta la manera de vivir nuestra fe cristiana, El no necesita darnos más señales, ni demostrarnos nada, ni complacernos a nuestro antojo o necesidad.
Muchos dirán, y escrito está, que todo lo que pidamos en nombre del Señor nuestro Padre nos lo dará; lo que nunca hará será atender imposiciones o exigencias de ninguno de sus hijos.
Por supuesto que de antemano ya sabe lo que vamos a pedirle y tan solo si es su voluntad será concedido; puede que no sea necesario sanarnos, ni darnos ese empleo que tanto necesitamos, ni resolver favorablemente a nuestros intereses ese juicio pendiente y cuanto nos cuesta entenderlo, cuanto deseamos se cumpla lo que pedimos y cuanto nos cuesta simplemente pedir que se haga Su voluntad.
Porque no, simplemente, empezamos a escucharle, por que no simplemente callamos un poco para poderle oír, por que no solo y simplemente tenemos una fe total en que El, como Soberano Rey que es actuará como y cuando El quiera y que, escrito está también, no desea nada malo para nosotros.
Como podría yo hablar de Él a un parado teniendo un gran trabajo, o a un pobre si me sobrase el dinero, o a un enfermo si no entiendo como se siente, o a una persona que acaba de perder un ser querido si no conozco el dolor de la perdida.
Debemos aceptar, simplemente, con humildad, de que nos use tal cual sea su propósito no el nuestro, a su tiempo y no ante nuestras terrenales exigencias.

Vuestro hermano en Cristo Soldado de Dios.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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