IITimoteo 3:14-15 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te
persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has
sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Ahora mismo no recuerdo el nombre de un juego en el que participaba a veces siendo adolescente, pero si recuerdo su funcionamiento:
A mas gente se añadía más divertido era, el primero escribía una frase medianamente larga y la susurraba al oído del segundo, este al tercero y así hasta llegar al último que decía la frase recibida para compararla con la frase escrita, la original……que risas al conocer lo que se quiso decir y lo que se entendió.
No es cosa de risa para los cristianos el saber que muchos entre nosotros están siendo partícipes de un juego similar tomando como “frase inicial” La Palabra de Dios.
Muchos se limitan a escuchar simplemente el susurro que reciben, lo toman como bueno y, a su manera, lo susurran al siguiente.
Gloria a Dios, casi siempre, hay alguien que se salta las normas de este juego de hombres y acude directamente a leer la “frase” original, acude a La Palabra de Dios.
Había una simple norma en ese juego; no cambiar deliberadamente el contenido o significado del mensaje recibido, te digo que casi siempre quien lo hacía era el primero en recibirlo y la única manera era confrontándolo con el mensaje original escrito.
Nunca nos cansaremos de predicar que siempre debemos acudir al mensaje escrito, al único mensaje fiel y verdadero, a La Palabra de Dios, la misma para todos, la única que no cambia.
Si a cada mensaje recibido acudes al original no podrán fácilmente engañarte.
Ser cristiano no es fácil, y si te dicen lo contrario ya cambiaron el mensaje original; coger nuestra cruz y seguir a Nuestro Señor por el único camino que sabemos por El, a través de Su Palabra, que nos conduce al reino de Dios, y una cruz pesa, no es fácil de llevar.
Como hombres cuando dejas de ser adolescente ya no apetece jugar, la vida tiene otras prioridades; Como cristianos, acudiendo al mensaje original, por mucho que nos inviten y nos muestren lo divertido que es jugar, no jugaremos, no entraremos en juegos de hombres cuyo final no serán las risas.
Jugar es temporal y divertido, pero empieza y termina el juego, es temporal, ser cristiano no es un juego y, cumpliendo las normas, es eterno.
Ora por los que ríen jugando para que Dios les tenga en misericordia, ora por ellos pero no con ellos juegues.
Ahora mismo no recuerdo el nombre de un juego en el que participaba a veces siendo adolescente, pero si recuerdo su funcionamiento:
A mas gente se añadía más divertido era, el primero escribía una frase medianamente larga y la susurraba al oído del segundo, este al tercero y así hasta llegar al último que decía la frase recibida para compararla con la frase escrita, la original……que risas al conocer lo que se quiso decir y lo que se entendió.
No es cosa de risa para los cristianos el saber que muchos entre nosotros están siendo partícipes de un juego similar tomando como “frase inicial” La Palabra de Dios.
Muchos se limitan a escuchar simplemente el susurro que reciben, lo toman como bueno y, a su manera, lo susurran al siguiente.
Gloria a Dios, casi siempre, hay alguien que se salta las normas de este juego de hombres y acude directamente a leer la “frase” original, acude a La Palabra de Dios.
Había una simple norma en ese juego; no cambiar deliberadamente el contenido o significado del mensaje recibido, te digo que casi siempre quien lo hacía era el primero en recibirlo y la única manera era confrontándolo con el mensaje original escrito.
Nunca nos cansaremos de predicar que siempre debemos acudir al mensaje escrito, al único mensaje fiel y verdadero, a La Palabra de Dios, la misma para todos, la única que no cambia.
Si a cada mensaje recibido acudes al original no podrán fácilmente engañarte.
Ser cristiano no es fácil, y si te dicen lo contrario ya cambiaron el mensaje original; coger nuestra cruz y seguir a Nuestro Señor por el único camino que sabemos por El, a través de Su Palabra, que nos conduce al reino de Dios, y una cruz pesa, no es fácil de llevar.
Como hombres cuando dejas de ser adolescente ya no apetece jugar, la vida tiene otras prioridades; Como cristianos, acudiendo al mensaje original, por mucho que nos inviten y nos muestren lo divertido que es jugar, no jugaremos, no entraremos en juegos de hombres cuyo final no serán las risas.
Jugar es temporal y divertido, pero empieza y termina el juego, es temporal, ser cristiano no es un juego y, cumpliendo las normas, es eterno.
Ora por los que ríen jugando para que Dios les tenga en misericordia, ora por ellos pero no con ellos juegues.
Vuestro hermano en Cristo Soldado de Dios.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
http://www.devocionalescristianosmana.org.es
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