1º Samuel 3:9 Habla, Señor, que tu siervo
escucha.
Bendiciones herman@s yo me pregunto
¿Por qué somos más prontos al enojo que a pararnos a oír la voz del Señor?
Me causa asombro cuando herman@s
dicen no escuchar la voz del Señor, pero no es ese mi único asombro, lo que me
causa perplejidad es que hacen un monólogo de la oración, cuando debe ser una
conversación entre dos.
Herman@s si cuando oramos, si
cuando
nos dirigimos al Señor, tan solo hablamos nosotros, y no le dejamos lugar
a responder, aunque sea hablar con El para alabarle y bendecirle, otras muchas
mas son las veces en las que pedimos, y ya no entro si por nosotros o por los demás,
la cosa es que iniciamos una conversación mas o menos larga, pero no esperamos
una respuesta. Bien si, la esperamos cuando pasado el tiempo nada sucede y todo
sigue igual.
Herman@s Dios quiere hablarnos, y
no tan solo mediante la Palabra, quiere que oigamos su voz, que la reconozcamos
entre todas las voces, pero es mas fácil quejarse de que no nos responde, que
mantenernos callados y agudizar el oído. ¿Si no nos callamos como vamos a saber
lo que Dios demanda de nosotros? ¿Cómo vamos a obedecer si no dejamos que nos
hable? La cosa es complicada cuando la relación que mantenemos con el Señor es
cosa solo de uno, lamento deciros que esto hoy va de preguntas, ¿y si Dios
decidiera no escucharnos, decidiera no decirnos nada? Para que, si a la final
no le escuchamos, y déjame que te diga que así van las cosas, no hay obediencia
porque no sabemos que se nos demanda, no vamos porque no hemos escuchado donde
quiere que vayamos, no acudimos a la llamada, porque no le hemos dejado hablar.
herman@s como le decía a mi hija
anoche, Dios nos creo con una boca y dos orejas y pienso que si fue así es
porque quiere que hablemos menos y escuchemos más.
Esta muy bien contarle nuestras
cosas al Señor, nuestras alegrías, nuestras aflicciones, pero mejor esta oírle
porque sino un día llamara y llamara y no le vamos a oír y eso puede ser
desastroso para nuestras vidas.
Entra con reverencia, entra
postrado y dile al Señor: he aquí tu siervo que te escucha. Y veras como te vas
a sorprender, porque Dios no deja nunca de sorprendernos, veras como se
alegrara tu alma y será mas tardío nuestro enojo.
Herman@s no nos hagamos los sordos
ante las cosas del Padre que juego es peligroso………………….
Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
http://www. devocionalescristianosmana. org.es/
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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