Rom 9:20 Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo
formó: ¿Por qué me has hecho así?
Que tercos nos ponemos o nos
volvemos en ocasiones, y es que herman@s insistimos una y otra vez en
preguntarle al Señor, ¿Por qué? E incluso hay situaciones que toman una nota de
impertinencia al dirigirse a Dios, reclamando el porque permite tantas cosas
por las que atravesamos, nuestra mente esta tan cansado que le pedimos
explicaciones a Aquel que nos creo, Dios tenga misericordia, mas bien hemos
dicho que
nos conoce y sabe que son momentos que no controlamos y con la voz
enojada reclamamos, mientras El con las manos nos acaricia y sigue trabajando
en nosotros, para que seamos vasos de honra.
Herman@s soy consciente que es un
tema que se trata en muchas ocasiones, pero que también olvidamos en muchas
ocasiones de que no somos perfectos, mi herman@ yo llegue al Señor siendo una
pecadora, con un corazón zurcido por las heridas y mucho dolor, con un corazón
vestido con harapos ¿cómo llegaste tu?
Y si se que duele, y duele mucho,
pero gózate en la medida que puedas en ese dolor porque son las manos del
alfarero trabajando en nosotros, lo sabes somos transformados en el momento de
aceptar a Cristo como nuestro Rey y Salvador, pero ahí empieza la obra de Dios
en nosotros, y el trabajo que tiene por delante es duro, pues quiere hacer de
nosotros vasos de honra, y cuando nosotros nos empeñamos en desobedecer, muchas
son las veces que tiene que volver a desechar ese barro y empezar a trabajar
aun con mas fuerza.
¿Sabes? Yo me preocuparía si no te
doliese este caminar, porque el camino que lleva a la santidad, es un camino de
pedruscos, de desiertos, altas montañas, mares que parecen no tener fin, y en
el transcurso de este caminar, sentiremos las manos del Padre, unas veces para
acariciarnos, consolarnos y otras para apretar con fuerza, para afianzar mas
nuestro caminar, trabajara para que cuando otros nos miren vean al Señor en
nosotros, así que herman@ sino sientes la mano del Alfarero a lo largo de la travesía,
párate y arrodíllate ante el Señor para que te muestre donde te quedaste, en
donde erraste, porque la vida del creyente, es una vida de transformación, es
una vida en el taller del maestro, hasta
que venga a por su Iglesia…..
Vuestra hermana en Cristo Maika.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
http://www. devocionalescristianosmana. org.es/
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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