Mt 5: 11-12 Bienaventurados sois
cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo. Gozaos y
alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Voy a intentar ser breve, pero os
pido de antemano disculpas si hoy se me va de la mano el teclear. Una congregación,
debe ser un lugar de culto, donde a parte congregarse los creyentes sea un
lugar lo suficientemente agradable para aquel que desconociendo las cosas del
Cielo, entre buscando
el perdón del Señor. Una congregación debe ser aquel
lugar donde todos juntos claman y alaban al Señor, donde los hermanos tienen
cuidado uno de otros, pero herman@s, cuando en una congregación empiezan las
murmuraciones empezando por quien la dirige, donde se empieza a querer atarte
recordándote lo que han hecho por ti, cuando la Palabra empieza a ser
prostituida, cuando el embuste y la mentira sube al púlpito, cuando quienes
deberían dar ejemplo de humildad enaltecen su cuello, eso deja de ser una
congregación y pasa a ser un club social, donde hay normas, donde se ha dejado
de practicar aquello por lo que fuimos llamados, donde tanto tienes tanto
vales, cuando se empieza a manipular a los herman@s para que parezcas el peor
de pecadores, entonces herman@ clama al cielo y da gracias al Señor, porque
estas en el camino, cuando en ese club elitista, ese club social sientes la
murmuración, las miradas sobre ti, si haces o dices, sal corriendo y aunque te
duela el alma, no mires atrás, porque ahí ya no vas a encontrar aquel lugar
para como dice la Palabra, “debemos congregarnos”,y habitar con los hermanos “
porque ahí ya no hay poder de Dios, sino el poder del orgullo, de las
titulaciones, el poder de yo se mas, el poder de la manipulación, el poder del
diablo, eso ha dejado de ser un lugar donde alabar a Dios, sino un lugar donde
te dicen como sentarte, como cantar, buscando lo que hay que cantar para que la
gente sienta de una forma u otra y así a la hora de ofrendar, sacudan mas sus
bolsillos, donde ya no existen los dones del Espíritu Santo, mas si los de
satanás, orgullo, vanidad, celos, murmuración, evidenciarte ante los demás,
donde intentan hacerte sentir culpable por no poder dar mas, donde el que
ministra, porque no merece que lo llamen ni pastor, ya que pastor es aquel que
esta al cuidado de un rebaño y cuida de el, no el que lo lleva al precipicio es
el primero en ponerte en la línea de fuego.
Se que es doloroso dejar una
congregación donde hay herman@s a los que amas, pero cuando el Señor te muestra
la basura, la suciedad del lugar, no puedes seguir compartiendo, sino tan solo
orar, porque sino te haces tan complice de ese pecado como ellos, y bastantes
tenemos como para añadir uno mas a la lista, si te digo, hay que salir mas sin
juzgar, todo lo contrario, primeramente intentando dar luz al lugar, pero si la
oscuridad es tan grande que tu luz no alumbra, entonces bienaventurado seas,
porque las Escrituras dicen que aquellos que son menospreciados, vituperados ,
injuriados por hablar la verdad, por hablar de Cristo su galardón es grande en
los cielos.
Así que si hoy te encuentras en
esa situación, preséntalo al Señor para que te muestre la salida y te digo no
mires atrás porque es fácil caer en la murmuración y el juzgar, sino que sacúdete
el polvo de tus sandalias y sigue caminando, y deja que sigan jugando a
endiosarse, cada uno en su “ministerio” que Dios hará justicia, deja que El se
encargue de lo esos clubes donde no eres bienvenido por hablar las cosas de
Dios, mas tu herman@ deja que el Señor sane tu alma herida, y sigue sirviendo
como Dios te indico,
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT.
DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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