Prov 24:13 Come, hijo mío, de la
miel, porque es buena, Y el panal es dulce a tu paladar.
Así debe ser la Palabra para
nosotros dulce como la miel, y no amarga, cuando la tomamos de lo que esta
escrito, nos endulza, nos refresca, el mantenerse en la voluntad de Dios no
faltara miel, mas cuando nos amarga es porque algo no estamos haciendo bien, y
nuestra conciencia, el Espíritu así te lo muestra, por eso amarga, por ello
cuesta tragar. Hoy no te quiero hablar sobre falsos profetas, o predicadores escasos
de Palabra de Dios, no quiero poner nombre a nadie, allá cada cual escuche
aquello que cree que debe escuchar, pero si te digo herman@ que escuches a
quien escuches no te quedes con ello, porque puede que cuando quieras tragar la
miel te amargue en tu estomago, y probablemente será porque es miel adulterada,
toma tu Biblia, busca, repasa lo que te predicaron, o simplemente lo que yo te
pueda contar, si realmente vas a la fuente, las Escrituras mediante la ayuda
del Espíritu te mostrara si la miel era fresca o no, y poco a poco veremos
donde podemos acudir para poder saborear con gozo la Palabra, donde podamos
alabar y bendecir al Señor, no te digo que te vayas de ningún lado, o que no te
congregues , para nada, simplemente que no te quedes solo con lo que te digan,
siempre busca lo que esta Escrito porque es Palabra de Dios.
Deléitate de la miel, porque el
Señor nos dice que es buena, dulce a nuestro paladar, gózate mi herman@
descubriendo como las Escrituras te hablan y a la vez nos saca la venda que en
ocasiones llevamos en los ojos. Podrán venir vestidos de seda y oro fino,
podrán tener las mejores de las palabras, pero nunca serán como aquellas que
lees, y si mañana las olvidaste, no importa Dios te recordara lo mucho que te
ama si vuelves cada día a su Palabra.
Que vengan disfrazados, que
monten el mejor del show que si tomamos cada día nuestra porción del alimento
que tenemos no tendrá nuestro cuerpo sabor amargo.
Comamos y saciémonos de la
Palabra, porque no empacha, no engorda todo lo contrario, nos hace mas fuertes,
mas humildes, hace que sepamos mas de lo que el Señor quiere hacer con
nosotros, sabremos mas de todo aquello que el Padre nos ha prometido, y
sabremos mucho mejor de todo aquello que debemos apartarnos, ya que el enemigo
cada día nos recuerda que podemos ser poderosos sin la necesidad de tener a
Dios, mas el que come a diario sabrá que ya somos poderosos porque fuimos
sepultados junto con Cristo Jesús.
Disfruta de tu panal de miel.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ. Maika.
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