Hechos 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la
iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre.
No conozco
en ninguna parte del Evangelio en que se nombre “a las iglesias” de tal o cual
lugar, toda ciudad o población ya tenían mas de un lugar en donde se reunían
los herman@s pues, al igual que hoy en día, no encontraríamos construcción
alguna que los pudiese acoger a todos.
Distintos
lugares, con
diferentes hermanos, todos geográficamente separados lo cual no impedía
que el mensaje predicado fuese el mismo en todos ellos.
El príncipe
de este mundo si en algo pudiese yo decir que es “bueno” sería en
matemáticas....le fascina dividir, crear divisiones con una muy difícil
solución.
Que lejos
estamos en general de la
Iglesia primitiva, aquella Iglesia en que el tema central de
la prédica era Jesús el Cristo y sus enseñanzas, esas prédicas que en el mejor
de los casos el sistema religioso te “invitaba” a cambiar de lugar.
Muchas,
demasiadas, denominaciones, religiones, confesiones, “iglesias” que luchan
entre ellas para ser la más grande, la mas bendecida, la mas numerosa, la mejor,
la de sana doctrina....
¿cual es la
correcta? se preguntan muchos, y mas entre no creyentes.
La realidad
es que en estos tiempos existe mas cizaña que trigo, cuesta mucho encontrarlo.
El gran y
primer problema es que el original concepto de Iglesia se ha perdido, cambiado,
manipulado.
Con el
Evangelio en la mano Iglesia solo hay una, y esta no está formada ni de
ladrillos, ni es exclusiva de ninguna denominación o religión, mucho menos de
este u aquel pastor, obispo, anciano, apóstol o como desees llamar a cualquiera
de los modernos “lideres” con sus modernos y a veces inexistentes títulos bíblicamente
hablando.
Si de una
cosa estoy seguro es que hoy en día el Apóstol Pablo hubiese tenido muchos más
problemas que en su época, en aquel entonces el Evangelio predicado se
enfrentaba contra la religión de la época y lugar, a la Ley, hoy en día el mismo
Evangelio se enfrenta a numerosas religiones, denominaciones, sectas, que lo
único que les interesa es el prestigio y poder personal o denominacional,
olvidando que el trabajo de un “líder” es unir y cuidar de una parte de La Iglesia de Dios comprada y
adquirida por la preciosa sangre del Señor.
Muchos creyentes
simplemente están engañados, otros tan solo son conformistas espirituales pues
dan por bueno lo que oyen sin confrontarlo con La Palabra, otros creen que
por el hecho de bautizarse en esta u aquella “iglesia” pertenecen a ella de por
vida debiendole incondicional obediencia, otros enaltecen simplemente a quien
les predica, al mensajero, obviando al autor del mensaje y muchas mas cosas podría nombrar.
Lo único
cierto es que La Iglesia
del Señor no es un lugar, no es un líder, y no dudo que en cualquier religión o
denominación existen hoy en día hermanos fieles al mensaje del Evangelio aun
que unas veces por miedo a enfrentamientos, otras quizás por vergüenza, por
miedo a sentirse rechazados, atacados y difamados callan.
¿Donde
estaríamos hoy en día si Saulo de Tarso no hubiese confiado, creído obedecido,
entregado su vida al Padre y además hubiese callado? seguiríamos en el mismo
sistema religioso que el defendía hasta que le fue revelada la verdad de la
salvación que no es otra que la que se muestra en el Evangelio, que la Iglesia es una y su cabeza
tan solo El Señor.
DIOS OS
BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ. Soldado
de Dios.
http://www.devocionalescristianosmana.org.es/
http://www.devocionalescristianosmana.org.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario