Sal 85:4 alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma
hacia ti
¿Cuántas veces pensamos que nuestro proceso ya ha terminado?, ah Señor que ilusos somos, no es así, y muestra nos da las Escrituras, que nos dice que no seremos perfeccionados hasta el fin, es por ello que hay días que no queremos reconocer que no tenemos fuerzas, que estamos cansados, pero eso debe acabarse ya, herman@s cuando estamos en esos momentos en que parece que nos vayamos a romper, que nuestra alma se siente asfixiada, y nos deja fuera de servicio, cuando los silencios de lo Santo es tan intenso que nos llenamos de tantas preguntas, es la hora de clamar al Cielo, de dejar que el Alfarero nos lleve nuevamente al taller, del cual no teníamos que haber salido, pero nuestro ímpetu y nuestras ganas y sin darnos ni cuenta hace que salgamos antes de que Dios acabe su obra en nosotros.
Señor a ti clama el alma cansada del camino por querer
cambiar por mi misma, cuando solo tu puedes cambiarme, solo El herman@s tiene
el poder de renovarnos, vamos a someternos, no es una vergüenza someterse al
Padre, sino el mayor de los honores que podemos tener, porque si lo hacemos lo
hacemos por amor al Señor nunca por obligación o temor, porque ahí de nada serviría,
pidamos que nos fortalezca, que nos proteja de todo mal, que nos acompañe en
cada segundo de nuestro existir, haciendo que crezcamos en santidad , humildad
y amor, porque El es nuestro respirar, nuestro motivo, El debe ser nuestras
ganas, el motor que nos empuja día a día, El que nos da fuera y nos acompaña en
la batalla. Señor ten piedad de tus siervos, que tan solo anhelan servirte con
amor y que te sientas feliz viendo que andamos como tu deseas.
Es por ello que hoy Señor te clamamos para que alegre el
alma de tus siervos, como nosotros levantamos nuestra alma hacia ti.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT.
DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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