II Pedro 2:
2-3 Y muchos seguirán sus disoluciones,
por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia
harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.
¿Sabes de
qué manera es más fácil debilitar al pueblo de Dios?:
Alejándole
de la verdad que se encuentra escrita en el Evangelio, disfrazando dicha verdad
con hermosas y suaves palabras pronunciadas con
una fingida tranquilidad,
humildad y apariencia de gran sabiduría, que no conocimiento.
Y hoy en
día se esta consiguiendo en muchos lugares, se esta disfrazando la única y
verdadera salvación que se encuentra en Jesús el Cristo, en el poder salvador
de su hermosa sangre por amor a nosotros vertida.
Toda esa
verdad la encontramos en el Evangelio escrita, es la “herencia” que recibimos
en esta vida a modo de que podamos conocer el camino al Reino Celestial. El
camino es fácil de conocer; tan solo debemos abrir nuestras Biblias y allí ver
lo que, o no, se pide de nosotros; aquí es donde muchos caen (“en palabras
fingidas”) hábilmente pronunciadas en pulpitos pues ya se sabe de antemano que
el 90% de los que las oigan no las van a confrontar como deberíamos hacer
siempre todos los cristianos.
El 10%
restante queda dividido en los que se quedan con la verdad y no confrontan la
mentira y algunos “locos o endemoniados” que osan refutar las fingidas palabras
pronunciadas por los “ungidos”.
Repito como
tantas veces que la salvación apoyada y basada en obras es muerte en vida. Seas
de la denominación que seas, quizás de alguna religión te diré con un dicho de
hombres; que no te den gato por liebre, las diferencias son mínimas si
hábilmente se ocultan al cocinarlos.
El Antiguo
Pacto es el que anunciaba al pueblo escogido lo que debía de venir, todas las
profecías en el incluidas apuntaban a la única y verdadera salvación, a fín de
que cuando llegara el momento se pudiese reconocer tanto a la persona como a la
manera. El Nuevo Pacto es el testimonio de lo que anunciaba el Antiguo, el
único y verdadero camino de salvación por la hermosa sangre de Jesús el Cristo;
no te dejes engañar con una mezcla de la salvación por la Ley el camino que marcó Jesús
el Cristo. No pretendo ni convencer ni imponer, tan solo que escudriñes la
verdad de las escrituras sin interesadas mezclas de A y N pacto.
La salvación
tan solo es por gracia de Dios nunca te llegara ni a ti, ni a mi, ni a nadie,
por obras u imposiciones farisaicas de hombres.
Claro que
lo que te dicen está escrito en la
Biblia, y en eso también te engañan, pues no por qué esté
escrito significa que se deba cumplir, eso queda para los que aún están
esperando al Mesías o todavía no le reconocen como único vial a la vida eterna y
no para los que ya aceptamos a Jesús el Cristo y su obra redentora siendo
salvos por gracia inmerecida y no por obras de la Ley para conseguir su gracia.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT.
DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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