QUITATE LA VENDA

1 Jn 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.

Si existe, existe el amor sublime del Señor, el amor con el que Dios nos ama y nos mima, nos corrige, nos disciplina pero siempre con amor, y ese amor con el que llegamos a amar a los hermanos, Oh!!!! Padre, tu sabes de ese gran amor, de cuidar de una forma tan especial a

aquellos que nos rodean, y a la vez sabes tu mi Señor la tristeza que inunda mi corazón, cuando ves a aquellos que amas tanto, por un lado ves a los  que no quieren acercarse a la Cruz, es doloroso, pero hoy herman@s no hablo de ellos, sino de los que si conocieron el amor del Señor, de aquellos que dicen seguir amando todo aquello que proviene del Trono Blanco, mas a la vez la venda de sus ojos sigue ahí y quizás aun con mucha mas fuerza, con amor mi Señor tu lo sabes, herman@s con amor uno debe acercarse a ellos y decirles que lo que están haciendo y siguiendo no es aquello que Dios realmente desea y no porque nosotros seamos mejores que ellos, no ni mucho menos, tal vez nuestro pecado es mucho mas grande, pero cuando amas tanto a alguien, al hermano que forma parte de ti, que forma o debería formar parte del cuerpo de Cristo y el Señor te muestra que están desviando su mirada del único sitio que no se debe apartar, Padre como duele el corazón, cuando ves que siguen alabando y clamando pero primero es lo que dice el hombre y luego lo que dice Dios, el corazón se rompe a pedazos. Herman@s nuestro deber es advertirles, quisiéramos poder tirar de ellos y decirles, mi hermano, por ahí no, vuelve a Dios, mas si no dan el paso de que el Espíritu los dirija y se dejan dirigir por aquellos que dejaron de alabar realmente, por aquellos que en un momento dado se perdieron he hicieron del amor de Dios un teatro, no nos queda mas que seguir orando, pero sabe Dios que en esas oraciones hay lágrimas, dolor, impotencia porque uno quiere hacer , y quiere decir, mas ellos ya no oyen tus palabras, solo la de los hombres, herman@s  los que han sentido esto saben de lo que estoy escribiendo, pero aunque nos duela mis amad@s cuando ya no quieren ver mas, no nos queda mas como he dicho que orar y seguir nuestro camino, no nos puede paralizar porque ellos escojan el camino de lo religioso. Tu herman@ que has conocido el amor de Dios, sigue por tu camino para que su gran amor permanezca en ti, las perdidas duelen y duelen tan adentro, duelen en el alma, pero mas duele pensar que puedas salirte del camino y perder el gozo de sentir al Señor, el amor del Padre. Tu decides si quitarte la venda y empezar de nuevo, y al que le duela el corazón: límpiate las lágrimas y sigue herman@s, Dios sabrá que propósito hay en todo ello, nosotros debemos seguir.

DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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