Colosenses 4: 5 Andad
sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Nuestro andar cristiano no
se limita solamente durante unas horas uno o varios días a la semana, no
solamente mientras nos encontramos en los lugares de culto entre hermanos, también
están “los de afuera” y es entre ellos donde
mas sabiamente debemos andar.
Que el resto del mundo sean
“los de afuera” no significa que les miremos de distinta manera, ni que los
tratemos distinto a como acostumbramos entre hermanos.
Ten en mente, quizás te sirva de referencia, como eras antes de aceptar al Señor; estabas
fuera, por lo tanto estabas perdido, y lo mas espantoso es que no lo sabías.
Nosotros estamos dentro del
reino de Dios, y nos guste o no. debemos lidiar a diario con el resto del
mundo, somos como extranjeros en un mundo que en definitiva no es el nuestro,
este mundo corresponde al principado de la oscuridad.
No todos servimos ni para
predicar, ni evangelizar, ni llevar un ministerio en un país extranjero, pero
todos servimos para mostrar luz entre tanta oscuridad y para eso no hace falta
ni saber predicar, ni ser un gran orador; tan solo hace falta “andar sabiamente
para con los de afuera”.
No es necesario “asaltar
bruscamente” a nadie por la calle, ni cargar con un equipo de sonido y
ubicarnos en cualquier esquina o plaza. Tan solo es necesario el cuidar
nuestras maneras y no necesariamente con extraños, en el día a día tenemos
infinidad de familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, que están perdidos,
que son “los de afuera”.
No es lo mismo ser sabio,
cristianamente hablando, que dominar extensamente La Palabra de Dios; quizás
podamos tener ese extenso conocimiento pero si no hemos sido bendecidos con un
poder evangelizar o predicar. De que nos sirve entonces predicar perfectamente,
atraer a cientos con nuestra exposición de La Palabra si nuestro hombre
externo, el que el mundo ve, el que ven “los de afuera” no va en concordancia
con lo que exponemos.
Puedes dar también
testimonio de nuestro Señor con tu manera de vivir, de comportarte, de enfocar
los problemas, siendo ante todo un hombre que “los de afuera” se preguntaran
como puedes ser feliz con todo lo que estas pasando, con lo que sufres, lo que
te sucede…Debemos ser sabios en nuestras relaciones “con los de afuera” lo que
ellos ven y oyen de nosotros puede que sea, Gloria a Dios, la única
evangelización que tengan en su mortal vida, puede que tu testimonio sea el que
les haga abrir las puertas de sus corazones al Señor al igual que tu y yo hicimos
en su día.
Herman@, debemos andar en
este mundo, territorio enemigo para nosotros, “sabiamente para con los de
afuera” una actitud o palabra sin sabiduría puede dejar a muchos sin la
oportunidad de poder llamarnos hermano. Un andar sabiamente acercará sin duda a
muchas almas perdidas.
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO
NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
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