Sal 139:23 Escudríñame, OH Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes.
Silencio,¿Por qué le tememos al silencio?, ese silencio prolongado cuando esperamos a que Dios nos responda a lo ansiado, silencios que se pueden hacer eternos, pero herman@ deja que hoy te diga que esos silencios no son tan terribles si lo piensas bien, ya que en mitad del silencio Dios se muestra ante nosotros, porque será
en esos momentos donde ese encuentro personal con el Señor será genuino, será como si nos mirásemos ante un espejo, ante el espejo no hay distorsión si somos enteramente sinceros con nosotros mismos, no hay blusas, ni camisas anchas para ocultar aquello que pensamos que es imperfecto, a cara lavada, sin maquillaje, con la barba arreglada, rasurada, si Señor, muéstrame en tus silencios aquello que no se refleja, aquello que no veo, escrudiñame, esos momentos, esas inquietudes en tu silencio encontraran dirección, hazme sentir Señor, el fuego del Espíritu Santo para probar mi corazón……. Pero para ello es necesario mantenerse en los silencios que nos aterran, si dos hablan a la vez nada se entiende, entonces será necesario que nos callemos para poder oír aquello que el Señor quiere decirnos.
El gran Alfarero usara los silencios para restaurarnos, para que los frutos del Espíritu afloren, dejando morir aquello que la carne reclama, lo que a nosotros nos da miedo Dios lo usa para que crezcamos y bendecidnos.
En verdad os digo herman@s que cuando aprendes a escuchar en los silencios de Dios, lo que oyes queda tan alto y claro que es imposible que se te pase por alto, porque proviene de adentro, del corazón, del alma, proviene del amor del Señor…………………..
DIOS OS BENDIGA EN EL PODEROSO NOMBRE DEL SEÑOR. ATT. DEVOCIONALES CRISTIANOS MANÁ.
http://
No hay comentarios:
Publicar un comentario